Tomándose muy a pecho su papel como gobierno de transición, el presidente Toledo anunció en la recta final de su discurso – aquella que llevó el título de líneas de acción – una serie de medidas para la institucionalidad democrática.
Sobre la reforma de la Constitución, Toledo encomendó al Foro del Acuerdo Nacional (AN) -que volverá a reunirse en la primera quincena de agosto- que en un máximo de 90 días adopte una decisión concertada para darle un curso definitivo a este conjunto de enmiendas. Propuso por lo pronto tres alternativas:
La primera contempla una reforma constitucional en las dos próximas legislaturas, abordando – entre otros – temas como el sistema de gobierno, la bicameralidad, la renovación por tercios y la obligatoriedad del voto.
La segunda es entregar funciones constituyentes por espacio de seis meses al Parlamento que empiece a trabajar en el 2006.
La última pasa por pedir al AN que vea si hay consenso para convocar una asamblea constituyente, elegida por voto popular, universal y secreto. Dejó, en todo caso, libre la pista para que el Congreso plantee también sus opciones.
En cuanto al avance de la descentralización, incidió en la creación de nuevas regiones por mandato popular y anunció, para ello, convenios de gestión tributaria que la Sunat y el Consejo Nacional de Descentralización concretarán este año con los gobiernos regionales y la realización de consejos de ministros descentralizados. “El Gobierno en su conjunto se desplazará a las regiones y tratará de resolver los problemas en el terreno”, puntualizó el mandatario.
Fuente: El Comercio
Fecha: Jueves 29 de julio de 2004